¿Mi
vida o mi sueño?
Cuando
estaba en el instituto era muy indecisa y no sabia que camino de
educación escoger. Se me daba bien dibujar, pero me aburría; tenía
tanta imaginación que sacaba mil historias para vender, pero no
redactaba bien. Siempre que había algo bueno, tenía que haber algo
malo. Después de tanto pensar, decidí elegir el camino tecnológico.
Así
es, me gustaba la tecnología y se podría decir que se me daba bien.
Y así hice. Resultó que no era uno de los caminos fáciles, pero me
esforcé para avanzar, aprendí muchas cosas fascinantes y me
encantó. Pude entrar en una Universidad prestigiosa de Barcelona,
aunque también tenía cartas de invitación de Oxford, Stanford,
Yale.
En
poco tiempo ya me había graduado en la Universidad y había
conseguido un trabajo de robotica en una empresa muy conocida. Al
cabo de unos meses allí construí un aparato que gracias a un
ojeador se puso a la venta internacional y fue el aparato más
vendido de ese año. En tan poco tiempo ya era famosa, por decirlo de
alguna manera. Sorprendente ¿verdad?
Quién
podría decir que una indecisa y una cualquiera hubiese podido llegar
a ser conocida internacionalmente. Estaba muy solicitada por
entrevistadores, ingenieros, matemáticos, inventores etc... Pero,
notaba que me faltaba algo, algo en especial, y era compañía con
tanta fama me había olvidado de quien me había apoyado en todo
esto, y los había dejado atrás.
Ya
no los podía recuperar, porque como yo los olvidé, ellos también
me olvidaron.
Estuve
unos días reflexionando sobre ese tema y decidí salirme del mundo
de la tecnología e irme a buscar otras metas que de joven no sabía
si escoger. Así es, volví a la universidad, pero a la carrera de
dibujo y diseño. Al parecer había perdido la practica, pero aun se
me daba bien. Allí conocí a mi mejor amigo, un joven pintor al que
le encantaba el arte y todo lo que lo rodeaba.
Me
junté mucho con él para que me ayudase a adaptarme y a
relacionarme. No obstante, no me convenció mucho esa carrera, así
que cuando acabó el año me fui la de literatura.
Os
preguntaréis si eso se puede hacer. En realidad no, una persona
normal, no puedo graduarse en robótica, luego volver, hacer arte y
luego literatura, pero digamos que yo lo manejaba muy bien.
A
decir verdad, era la favorita de todos los profesores.
En
fin, seguí en literatura y conocí a mi futura mejor amiga. Al
parecer teníamos muchas cosas en común y le encantaba escribir
pequeños relatos, aunque eran muy simples y sencillos. Le empecé a
explicar todos mis sueños y las ideas que tenía para una historia y
empezó a anotar todo lo que yo decía porque, según ella, con todo
aquello podría hacer una saga de libros. Así fue.
En
aquella época empezó a escribir su pequeña historia. La convencí
para que la presentara en un concurso y la eligieron como ganadora.
Allí empezó su carrera como escritora famosa.
Al
igual que el arte, literatura no me convenció. Me volví a mi
trabajo de robotica, que es lo que me apasionaba. Pero mi vuelta a la
universidad no fue en vano, aprendí mucho diseño y construcción en
dibujo. También a redactar mejor de lo que hacía.
En
mis días libres salía con mis dos nuevos mejores amigos a los que
tanto quería y que tanto me apoyaban. Y esto no acaba aquí, me
mandaron a un ayudante para mis nuevos proyectos, que al principio
empecé a odiar pero al final me acabó gustando, tanto que empecé a
salir con mi ayudante.
Se
podría decir que estas eran mis metas o mis sueños, tan solo, ser
feliz con personas que me quieren.
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